miércoles, 22 de julio de 2009

Esas lágrimas.

¿Adonde va el amor perdido?
al cielo cuando cae la tarde y empieza el olvido
fuga cortando con la afilada daga esos lagrimales
que bañan el frío dolor y desahogan el recuerdo vivo.

Esa pérdida inesperada del amor que fue más allá de lo imposible ahora vuela como ave negra al cielo verdugo que decapita desde las entrañas hasta el corazón toda ilusión y auténtico perdón.

Un puñal por la espalda y tres giros esquizoides para que no me olvide que el auténtico amor no es el del sueño romántico ni el de las sinuosas feromonas
si no únicamente aquel que empieza con tu mirada que termina en la mía.

Perdonen, no sabía que muchas cosas se parecen al amor
muchas otras se parecen a la felicidad y a la entrega total.

Ahora sólo me queda espigarme del dolor
y permitirme correr y humedecer
todos los recuerdos de nuestra leyenda
con esas lágrimas de honor.

Si, vendrán lagrimas otra vez
pero serán de gozo espiritual
planearán con sus alas en el valle
de tus aromas, esos que me transforman
de hombre en Lucifer.

L.C.