martes, 28 de abril de 2009

Presente ¿cómo?

Encrucijada rebelde esta de arribar al presente,
tu perfume ligero me tiene atrapado en la secuencia pasada,
¿cómo desear al presente?

Tu sabor a avellanas, tus cabellos mezclados en mi rostro,
el vuelo alucinado de tu cuerpo y la explosión de nuestros corazones,
¿cómo olvidar este instante?
¿cómo dejar el pasado?

Tu palabra de vernos esta noche,
tu email cargado de fuego en cada letra,
mi mente jugando con mil posibilidades para este encuentro,
¿cómo me fijo en el presente?

Ahora no presente,
estoy atado voluntariamente,
soy bribón y esclavo
del fruto, de la ambrosía
que tu ni nadie dejaría.

L.C.

Todo se va.

No se quién soy,
el espejo nada me dice,
mi rostro tampoco sabe.

Vida compleja y rara la mía,
deseo, toco, vibro,
pegado al aliento.

Que la vida siga su camino,
yo el mío.

Tu luz me jala
y tu lengua me cambia.

Vamos danza
que esta vida
está de sombra.

Toma este cáliz,
vierte tu dulce
dame tu aliento
porque todo, 
todo se va.

L.C.

Tu Silencio.

Me ahogo de pasión,
una rosa todos los lunes
al medio día.

Nada de gracias
sólo tu silencio.

Todo acabará cuando 
llegue sin ruido
a tu puerta y de pié
levitaré hasta que sientas
mis latidos.

L.C.

Tengo Miedo.

Tus manos son las sucias,
pero soy quien lleva el miedo.

Amé más allá de lo posible,
te elevé, tu piel adoré y creí que me amabas.

No, no, deseos de amar, no,
vivo sin dar   ni recibir.

Extraño la humedad del amor,
la furia de la pasión,
tengo miedo, si, miedo.

L.C.

Mi Vida.

Fuí a misa,
hice el desayuno,
y canté Imagine.

Abrí el ordenador,
bendito sea Google
y el mundo se destruye.

Muero a cada instante,
te veo llegar con fatiga
¿Miso, sushi o tacu-tacu?

¿Estoy viviendo?
creo que siento
y que no siento.

Veo, palpo tus bellos,
el fuego me aloca.

Regreso al teclado,
un pelo en la pantalla,
¿quien entiende la vida?

L.C.

Deja que pase.

Mi corazón está en dudas, siente a la inversa el sentidoo de las ideas,
tengo miedos
te aburrirás con mis procesos.

Formatearé mi mente,
entonces te veré bien,
pues ya no creo en lo que creía,
ya no me duelen las mordidas,
hoy tu sonrisa es mi norte.

Renuncio a perseguir zombies de seda,
renuncio a los besos en serie,
déjame arrancarte la máscara y cinturón,
humedece mi piel, muerde la orilla,
sana, fluye, deja que pase lo que sea.

L.C.

Libertad.

Me creo libre
porque no veo las burbujas en la sinapsis.

Soy el AB109283XT

Me siento libre
pero no revelaré
que te amo

Soy libre
puedo elegir entre
Ariel y Ace

L.C.

Dadelos.

Sentí mi nombre,
mi fantasía se había convertido en una hermosa mujer de fresco aroma
y alucinantes brillos de oro en el cabello.

Sí, me llamó y luego corrió,
enrredándose en el bosque de las esperanzas.

Y aunque agotado estoy de vagar por todos los mundos y tierras,
la encontraré y besos le robaré.

L.C.

Cuando.

Cuando tus amores te rechazen,
entrega todo tu amor hacia ti.

Cuando tus lágrimas no se detengan y tu vida no tenga rumbo,
dejate llevar por tu intuición.

Cuando tu dolor sea indescriptible y todo se pone muy difícil,
danza con el viento.

Cuando el mundo te dé la espalda,
sube a la colina, perdónalos y regala tu mejor sonrisa.

L.C.

Corazón Vacío.

Si te amo no preguntes,
puedo besar otros labios,
tu también deberías.

Mi corazón vacío
no promete nada.

¿Enamorarme otra vez?
No sé si de tí será.

Ahora vivo en el ático de los sueños,
no sé quien tocará mi corazón.

Sí, me encantas, sin máscaras...
percibo tu sonrisa a lo lejos,
siento tu mirada
y en trance voy por los mundos.

Quizás mi próximo destino seas tú...

L.C.

Eres un Angel.

Sólo cierra los ojos y recuerda, estabas en el paraíso jugando y llegó una bella alma humana que te contó lo hermoso que es ser humano, frágil, con necesidad de alimentarse, sediento. Precisa defenderse y tener sexo. 
Recuerda que escogiste a tu madre, padre y hermanos con quienes forjarías tu labor de despertar el espíritu universal. 
Y llegaste.
Ahora sólo te pido me regales tu Bendición.

L.C.

Amanecer Amante.

Está amaneciendo y caminé hasta esta montaña para ver la ciudad despertar, el aire se cuela por las mangas y con un cigarro disimulo los temblores helados de mi cuerpo. La ciudad de Cusco es mágica.

En realidad me alejo de unos lazos de color azul y verde; es la distancia que me centra y concede panorama con todos los colores del arco iris. Y el aire que penetra en mis pulmones lleva el aroma del eucalipto que abunda en el bosque, también puedo sentir la mirada del tirano, del transformador Inca Pachacutec, igual de poderoso como mi destino.

Sé que no hay nada nuevo bajo el sol, pero también experimento en cada instante una nueva e infinita posibilidad de vivir, cierta, incierta, previsible e imprevisible. El tiempo pasa, las estrellas se van despidiendo, el sol va tomando posesión de todas las tinieblas, la luz se vuelve intensa, me llena y mi aliento se vuelve tibio.

Gotas de rocío, prendidas de las hojas con ambiciones de vivir unas horas más, luchan contra la evaporación, que cruel las extingue con millones de rayos. Así ocurre con mis miedos, dolores y dudas que todavía prendidos quieren aferrarse a las principales vías de mi presente.

Pero nada ni nadie puede contra el amanecer, ni este bosque de los pensamientos, ni el dolor más grande, porque todo es tinieblas frente a la luz de nuestro hermano sol, la oscuridad siempre fallece con su sola presencia.

Cantan las aves, percibo el aleteo de las mariposas y mi corazón vuela llevándome para siempre al territorio de la resilencia donde hay un lago fantástico que refleja mi imagen, alegre, danzando y llena de brillos.

Ahí en este paisaje presiento que tú me estás siguiendo, con sigilo, con pasión escondida, vienes desde ese gran almacén de todos los que fuimos, de todos los que una vez dimos todo sin saber que un rayo atravesaría nuestras entrañas. Y la verdad es que desde que conocí tu mirada lapislázuli supe que éramos almas de una misma promesa, del mismo grupo del rayo lunar.

Regreso al lago y le pregunto ¿dónde están las palabras que deberé pronunciar? ¿Dónde están los versos que más le gustan? Me responde con una brisa húmeda diciendo: esta noche de luna llena haremos juntos un hechizo de luz, ven con tu cuerpo desnudo, sin ideas, recuerdos ni pensamientos, sólo trae tu limpio corazón, esa será tu mejor ofrenda.

El sol se fue, llegó la hora, me desnudo, me impaciento, doy saltos de pasión, danzo con plegarias, abandono mis apegos, ideas, pensamientos y recuerdos. Ahí está el lago solitario y sabio esperándome, la luz de la luna atraviesa mi piel, también ella desea mi transformación. Siento que el lago me envuelve de humedad, entro en trance y veo como la luna le entrega 10,000 rayos al espíritu del lago que los mezcla con la brisa y la humedad para penetrarme cual brebaje desde la coronilla hasta los pies.

Unas voces acuáticas repiten 3 veces al unísono: Yo soy y finalmente encuentro mi auténtico elemento en esta vida. Miles de presencias antes invisibles se aparecen ante mis sentidos, corren, saltan, gritan conjuros, me adiestran y enseñan a soltar, abandonar y cortar con el pasado, con el dolor y tantos miedos.

La paz envuelve todo el lago, la luna sonríe y el silencio regresa.

Está a punto de amanecer, atisban los primeros rayos del sol, mis cicatrices están selladas, siento el poder de mi corazón, y aunque no estás a mi lado, siento tu mirada, veo tu esperanza, voy ahora envuelto en milagros al encuentro de tú destino con el mío.

L.C.