lunes, 3 de agosto de 2009

Busco una Geisha.


Tus ojos pueden no ser rasgados
tu piel puede ser añil o purpura
pero deberás conocer el arte de levantar
mi piel de las heridas que una bushi dejó profunda
entre el timo y el corazón.



Tus labios pueden ser rosados
tu pelo brillar como en el alba
pero deberás saber susurrar el poderoso estimulo
que todo guerrero caido en batalla necesita abrazar.



Tu mirada puede ser dulce como una puesta de sol
tu regazo tibio, húmedo y alucinante
pero podrás detener mi sangrado con tu tacto y tus vellos nirvana.



Sin miedo ni temor, con lágrimas tal vez
siempre podrás con tus delgadas manos retirar la katana
esa que me ahoga de sangre y dolor.



Y en el fragor de nuestra batalla
en la guerra samurai de ser uno, al tu y yo,
enseñame a cerrar los ojos, sin temor,
para ser tu.yo y nada más.



L.C.


Foto: Memorias de una Geisha.